Como he comentado más de una vez, uno de mis principales
hobbies es la fotografía. Me gusta observar la realidad a través del objetivo
de mi cámara y captar la belleza que muchas veces se me escapa de la vista con
facilidad. Además, me proporciona tranquilidad, distracción y una gran
recompensa. Todos aquellos que me conocen lo saben.
No suele hacerme falta ningún escenario especial. A veces,
simplemente mirando aquellas cosas más comunes se me ocurre una bonita imagen
que fotografiar. Y, allá voy. No me importa esperar a que deje el viento de
soplar, que se vaya la nube que oscurece el paisaje, que pase la persona
adecuada, ni tampoco repetir la foto tantas veces como haga falta. Puedo
asegurar con total certeza que para mí, es mucho más esfuerzo no hacer la foto
y tratar de olvidar lo bien que hubiese sido el resultado que cualquier otra
cosa. Mi pasión es tal que, en algunas ocasiones, he dado media vuelta con el
coche, después de un largo trozo, para aparcar y poder hacer la foto. Pero es
que después, mirar la imagen, jugar con los ajustes de exposición y fascinar
con el resultado para mí, lo compensa todo.